viernes, 25 de marzo de 2011

Andrés S. Victoria

Soledad circulando incansable


Tus pechos dos iglesias
 Donde oficia la sangre sus misterios…
Octavio Paz


1
Delirante destino, fastidio de la sangre
Negándose rotunda a prolongar más la marcha, acorralada por tapias de carne.

Ofuscación fatigante estipulada de la sangre
Fraguando la corona redentora, liturgia honorable de dios
Expiación sagrada, obstinada en perdurar la vida entre el sosiego de cadáveres

2
Cansado sendero de la sangre recorriendo en venas milenarias
Laberintos de arcanos en los bordes

Fatiga en la sangre, exhalando moribunda el finito
Condición absorta que coagula el aire, recalcitrante mandato natural.
Efímera divinidad.

Soledad circulando incansable, la  sierpe corporal,
Entre parapetos de epidermis gastados

3
Solo una abertura aguarda para retirarse, para vertirse hacia fuera
Su corazón germinado será lanzado al vacío para desaguarse completo por la llaga,
Hacia un charco pútrido en una de las habitaciones de mi morada.
4
A la intemperie, desnuda, vulnerable, la muerte arrojada,
Para impregnarse sin sentido en el acaecer del tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario